Nueva señal del BCU: suba de tasas y un objetivo claro de inflación
Tal como anticipábamos la semana pasada, este martes el Comité de Política Monetaria (COPOM) del Banco Central del Uruguay (BCU) decidió aumentar la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 9% a 9,25%. Esta tasa es la referencia que guía el costo del dinero en la economía, y su ajuste refleja el compromiso del BCU con controlar la inflación y alinear las expectativas al nuevo objetivo: una inflación del 4,5% anual.
¿Qué cambió?
Hasta hace poco hablábamos de un “rango meta” de entre 3% y 6%. Hoy el discurso cambió: el objetivo puntual es 4,5%, con un “rango de tolerancia” entre 3% y 6%. ¿Por qué este cambio, que parece sutil, es importante? Según explicó el presidente del BCU, Guillermo Tolosa, en una entrevista con El Observador:
“Es mucho más fácil de comunicar, es mucho más fácil de coordinar en lo que se refiere a la formación de precios si está claro para todo el mundo cuál es el número que se está pronosticando… No estamos conformes con una inflación que hoy está cerca del techo del rango (5,7% interanual a marzo).”
¿Por qué subió la tasa?
Como comentamos la semana pasada, la inflación de marzo fue de 5,67% interanual, marcando una aceleración frente al mes anterior. A su vez, el promedio de las expectativas de inflación para los próximos 24 meses de los analistas, el mercado financiero y empresarios, siguen por encima del rango de tolerancia. En paralelo, la economía uruguaya continúa mostrando señales de solidez. En este contexto, mantener una señal clara de compromiso con el control inflacionario era clave.
¿Y por qué no subieron más?
Algunos analistas esperaban una suba mayor, de 0,5 puntos porcentuales. Sin embargo, el panorama global presenta un alto grado de incertidumbre. La economía mundial enfrenta una probable desaceleración, lo que ya se refleja en la volatilidad de los mercados financieros y en la caída generalizada de los precios de materias primas. Esto frena decisiones de inversión y consumo, lo que se traduce en una menor presión inflacionaria también en Uruguay. Por eso, el BCU optó por un aumento más moderado.
En un contexto internacional de alta incertidumbre y volatilidad, el BCU opta por cautela y señales claras. La suba de tasas es solo una parte de la estrategia: el control de expectativas y la comunicación efectiva serán fundamentales.
SOFIA KATZENSTEIN