El mejor momento para invertir no es el que pensás

La última semana fue un torbellino para los mercados. En redes, en medios y hasta en charlas de pasillo seguro escuchaste hasta el cansancio la frase: “hay que invertir ya”. ¿Pero lo es realmente? Y más importante aún: ¿cómo se sabe cuándo es el momento adecuado para invertir?

Lo cierto es que estamos viviendo días de mucha volatilidad. Suben y bajan los precios de acciones, bonos y monedas. Las decisiones políticas se acumulan, los datos económicos generan reacciones inmediatas, y el humor del mercado cambia con rapidez. Este contexto, del que Agustín y Sofía nos van a hablar en profundidad el lunes, pone sobre la mesa una de las preguntas más comunes (y más difíciles): ¿cuándo invertir?

Una respuesta simplista sería: cuando los precios están bajos. Pero eso solo sirve si uno sabe cuando los precios están en su valor más bajo y van a subir. Y nadie – nadie – tiene las herramientas para hacer eso, a lo sumo podemos hacer una estimación informada. En realidad, más que buscar el "mejor momento", hay que entender qué significa invertir y qué se espera al hacerlo.

Invertir no es adivinar. Es tomar decisiones informadas sobre dónde poner nuestro dinero hoy, esperando que asi crezca en el tiempo. Y para eso, lo más importante no es lo que pasa esta semana en los mercados, sino nuestras propias metas, horizontes y tolerancia al riesgo. Porque si bien los mercados se mueven todos los días, nuestras razones para invertir deberían estar ancladas en algo mucho más sólido que la coyuntura.

Entonces, ¿cuándo es buen momento para invertir?

La mejor respuesta es: cuando tenés un objetivo claro, un horizonte de tiempo definido y una estrategia coherente con tu perfil de riesgo. Si tu objetivo es a largo plazo (como ahorrar para tu jubilación, comprar una casa o construir un fondo para el futuro), entonces lo que pase en una semana no debería ser tan relevante. Lo importante es empezar.

Es normal que en momentos de volatilidad aparezcan oportunidades. Hay inversiones que bajan de precio y pueden estar "de oferta". Y si bien eso no hace sentir que “es ahora o nunca”, realmente no significa que sea el momento adecuado para todos. Si estás pensando en invertir solo porque leíste que la unica forma de generar riqueza real es invertir en momentos como estos te invito a frenar un segundo y hacerte las siguientes preguntas. 

  1. ¿Tenés un fondo de emergencia? 

  2. ¿Sabés en qué estás invirtiendo? 

  3. ¿Vas a necesitar el dinero en el corto plazo?

  4. ¿Estás dispuesto a que tu inversión suba y baje sin entrar en pánico?

Es importante también tener en cuenta que no todos los instrumentos de inversión se comportan igual frente a la volatilidad. Un bono del Estado, una acción tecnológica o un fondo inmobiliario reaccionan de maneras distintas ante el mismo evento. Por eso, más que buscar el “momento ideal del mercado”, lo mejor es construir una estrategia que tenga en cuenta tus objetivos personales y diversifique tu riesgo.

Invertir no es una carrera contra el tiempo. Es un camino. Y como todo camino, es mejor recorrerlo con paciencia, información y propósito. Una inversión sólida empieza por conocerte a vos mismo: saber qué querés lograr, en cuánto tiempo, y cuánto riesgo estás dispuesto a asumir.

Además, hay un factor que muchas veces se pasa por alto: el tiempo que pasás en el mercado es más importante que intentar predecir cuándo entrar y cuándo salir. Es decir, quienes invierten de manera constante y con una visión de largo plazo suelen obtener mejores resultados que quienes esperan el “momento perfecto” para entrar. Porque muchas veces, ese momento perfecto solo se ve con el diario del lunes.

La próxima semana, Agustín va explicarnos un poco más sobre lo que desencadeno esta volatilidad de los mercados. Y desde mi columna, vamos a empezar a recorrer, paso a paso, qué se necesita para comenzar a invertir. Vamos a empezar por lo más importante: construir tu plan de inversión. Porque antes de elegir en qué invertir, hay que tener claro para qué vas a hacerlo. Ese plan va a ser tu brújula en el camino, incluso cuando el mercado se sacuda y todo parezca imposible de entender.

Invertir no es solo una decisión financiera: es una decisión personal. Y cuando eso está claro, entonces sí: hoy puede ser un buen día para empezar.

LUCIA CARBAJALES

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