Jubilación: El objetivo que todos compartimos, pero pocos planifican
Al final del artículo anterior mencioné que hoy íbamos a hablar de un objetivo universal: la jubilación. Lo sé, no suena como el objetivo de inversión más sexy o motivador, especialmente si estás arrancando tu vida profesional y pensando en ahorrar para irte de viaje con amigos en el verano. Pero aunque no nos guste, no podemos tapar el sol con un dedo. Ignorar este tema no va a hacer que desaparezca: la jubilación es un objetivo que, tarde o temprano, te va a tocar encarar.
En esta newsletter nos siguen personas de distintas edades. A quienes están cerca de jubilarse, lamento decirles que el tiempo ya no está de su lado, aunque sí cuentan con un sistema previsional más predecible. Si bien la opción de invertir para complementar su jubilación sigue siendo válida, el foco pasa por ordenar lo que ya tienen. Para quienes somos más jóvenes, la mala noticia es que no tenemos ninguna garantía sobre cómo van a funcionar los sistemas previsionales cuando nos llegue el momento. Sin embargo, tenemos algo mágico a nuestro favor: tiempo.
¿Por qué pensar en la jubilación ahora?
A esta altura, no debería sorprender a nadie que los sistemas previsionales en todo el mundo estén colapsados. El primer sistema de pensiones, tal como lo conocemos hoy, surgió en Alemania en 1889, basado en el principio de “solidaridad intergeneracional”: los trabajadores activos financiaban, con sus aportes, la jubilación de quienes ya se habían retirado. La lógica funcionaba… siempre y cuando la población activa fuera significativamente mayor que la pasiva. Y ahí es justamente donde está el problema.
Con una edad de retiro fijada, en promedio, en los 65 años, y una esperanza de vida promedio en aquel entonces de apenas 50, el sistema era económicamente viable. Pero hoy, con una expectativa de vida que ronda los 80 años en muchos países desarrollados y tasas de natalidad en caída, no hace falta ser matemático para entender por qué este modelo va camino al fracaso.
Este simple problema matemático está poniendo en jaque a gobiernos en todo el mundo. La discusión sobre cómo resolverlo sin asumir un costo político termina, en muchos casos, en la inacción, lo que perpetúa el problema en lugar de solucionarlo. Por eso, en la medida de lo posible, es fundamental que tomes control de esta situación y empieces a planificar tu futuro, para no quedar a la merced de un sistema roto y estancado.
Ahora bien, sé que todo esto puede sonar abrumador, especialmente si sos joven y no tenés ninguna visibilidad sobre qué va a pasar dentro de 30 o 40 años. Pero como mencioné antes, el tiempo está a tu favor, y eso (gracias al interés compuesto) puede permitirte alcanzar tus objetivos financieros para el retiro sin hacer grandes sacrificios económicos hoy.
¿Cuánto necesitas para jubilarte?
La pregunta del millón. Como todo lo relacionado con la planificación financiera, el monto que vas a necesitar para tu jubilación es profundamente personal. Depende de cuánto querés gastar por año, a qué edad pensás retirarte y cuántos años esperás vivir después de hacerlo. Además, ese monto va a estar influido por factores como la inflación y el rendimiento de tus inversiones. En resumen: hay muchos supuestos, muchas variables que pueden cambiar. Por eso, más que un número exacto, esto debe ser tomado como una referencia, no como una verdad absoluta a la que aferrarse.
Veamos un ejemplo. Supongamos una persona de 25 años, que planea retirarse a los 60 y vivir hasta los 90, con un gasto anual estimado de 30.000 dólares. Si esa persona no tiene ahorros hoy y no quiere invertir, y asumimos una inflación del 3% anual en dólares, necesitaría acumular al momento de retirarse aproximadamente 4.2 millones de dólares. Para lograrlo, tendría que ahorrar 120.000 dólares por año.
Sí, lo sé. Suena imposible, y probablemente tu primera reacción sea entrar en pánico. Pero antes de eso, volvé a leer lo que está en negrita: sin inversión y con inflación acumulada. Este número solo busca dar perspectiva.
Ahora, la buena noticia. Si esa misma persona decidiera invertir a lo largo de su vida laboral y también durante su retiro, el monto que necesitaría tener al momento de retirarse se reduciría a 1.45 millones de dólares, y el ahorro anual necesario bajaría a10.000 dólares. Esto, asumiendo un rendimiento promedio del 7% anual.
El objetivo de mostrar estos números no es que los tomes como una verdad grabada en piedra. Es simplemente para que entiendas el impacto enorme que puede tener invertir o no invertir a la hora de planificar tu futuro.
El impacto del tiempo
Es una realidad indiscutible que el factor tiempo tiene un impacto enorme en estos montos. Si esta misma persona decidiera empezar a invertir para su jubilación recién a los 45 años, sin ningún ahorro previo, el aporte anual necesario superaría los 30.000 dólares. Cuanto antes se inicie este proceso, mayor será el beneficio que se obtiene del interés compuesto – ese mecanismo en el que los intereses generan más intereses con el paso del tiempo.
¿Quiere decir esto que, si estás en tus cuarenta o cincuenta, ya es tarde? Para nada. Bueno o malo, seguís contando con el respaldo del sistema de pensiones, que probablemente financie una parte de tu jubilación. Eso ayuda a reducir el monto total necesario.
Ahora bien, si sos joven, te invito a que consideres seriamente comenzar a ahorrar con este objetivo en mente. Y sí, ya sé: probablemente hoy no puedas ahorrar 10.000 dólares al año. Como mencioné antes, estos valores son solo una referencia. Es esperable que, a medida que avances en tu carrera profesional, surjan aumentos, bonos, trabajos extra… y con ellos, la posibilidad de ir ajustando tu aporte.
Planificar tu jubilación puede parecer algo lejano o incluso abrumador, pero cuanto antes empieces, más libertad vas a tener el día de mañana. No se trata de tener todo resuelto hoy, sino de dar el primer paso y empezar a construir ese futuro con tiempo, intención y realismo.
Tu yo del futuro te lo va a agradecer.
LUCIA CARBAJALES