Señales cruzadas, pero con mayor optimismo en la economia global
Esta semana trajo una mezcla de señales en el frente económico internacional, con noticias que fueron bien recibidas por los mercados, que cerraron con ganancias a nivel global.
Por un lado, hubo avances en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos, India y Japón. Estos países están trabajando para reducir barreras arancelarias y fortalecer cadenas de suministro estratégicas, especialmente en sectores como tecnología, energía y manufactura. La intención es clara: avanzar primero con ciertos socios comerciales y reducir la dependencia de China. Justamente ahí es donde la situación se complica. Las conversaciones con China siguen siendo tensas, con pocos avances concretos y mucha desconfianza, especialmente en temas de propiedad intelectual, subsidios estatales y acceso recíproco a los mercados.
En el frente económico estadounidense, los indicadores PMI (Purchasing Managers’ Index) de manufactura y servicios salieron esta semana y dejaron sensaciones encontradas. El PMI de servicios mostró una leve expansión (por encima de 50 indica crecimiento), pero quedó por debajo de las expectativas. En cambio, el de manufactura sorprendió positivamente, mostrando también expansión y superando lo esperado. Estos datos son relevantes porque nos dan una señal bastante actualizada del ritmo de la economía: si las empresas están recibiendo más pedidos, contratando o produciendo más.
Otro punto para destacar es que la tensión internacional parece haber bajado un poco. Los mercados respiraron aliviados por una menor escalada en conflictos comerciales, y las comunicaciones desde la Casa Blanca pasaron de un tono agresivo a uno más conciliador. Además, los avances en negociaciones con algunos países impulsaron una semana positiva en los mercados globales.
El mercado de bonos también tuvo una semana positiva, luego de que Trump aclarara que no tiene intención de despedir a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. Esta noticia trajo tranquilidad en cuanto a la continuidad de la política monetaria, y ayudó a moderar las expectativas sobre la inflación futura y el crecimiento en EE. UU. La tasa del bono del Tesoro a 10 años se mantiene por debajo del 4,30 %.
AGUSTIN QUEIJO